Explicación de Jorge sobre la tartamudez en una Adaptación libre de la teoría del doctor Dr. Alfonso Borragán .
Ya lo he explicado aquí en alguna otra ocasión, la teoría de las rotondas, explica de una manera muy gráfica lo que nos ocurre al hablar.
¿Por que una misma palabra que le decimos a un amigo nunca nos sale con un Jefe?
¿Por qué, como decía Miguel, podemos ensayar a solas hasta hartarnos y a la hora de la verdad cuando tiene que salir no sale?
¿Por qué unos días las palabras fluyen mejor que otros?
¿Por qué los cambios emocionales afectan al tartamudeo?
Imagínate, , que para que exista la palabra tienen que reunirse a nivel neuronal procesos e informaciones de distintas zonas del cerebro, tales como:
* el habla propiamente dicha
* el ritmo
* los pensamientos que quieres manifestar
* las emociones que esos pensamientos te producen
* las que te causa el interlocutor
* tu estado de ánimo
* tu cansancio físico que influye en la respuesta fisiológica que necesitas para movilizar los músculos necesarios, etc.
Imagina que donde se junta toda esa información es como una rotonda de tráfico, a ella llegan todos esos estímulos y tienen que salir a modo de la palabra fluida.
Imagina que los tartamudos tenemos esas rotondas más pequeñas que los fluidos o con dos carriles menos. Es decir más fáciles de colapsarse.
Los fluidos siempre nos dicen "no te preocupes, yo cuando me pongo nervioso también tartamudeo" y es cierto, en situaciones de mucho estrés comunicativo como hablar ante un público, salir en la tele, ligando, etc. los fluidos balbucean, no expresan sus ideas en orden, se atrancan. ¿Por qué?
Yo lo achaco a que saturan de tráfico sus rotondas perfectas cosa que nunca ocurre en su vida cotidiana.
Sin embargo nosotros no, nosotros admití mimos menos tráfico y los atascos son más frecuentes y tanto más frecuentes cuantas más cosas superfluas metemos en la rotonda.
Así, hablando solos o con un animal, tenemos menos tráfico porque no metemos en la rotonda lo que pensamos que piensa el interlocutor o las emociones que nos produce. Cuantas más emociones o más incomodidad por la causa que fuere nos produzca el oyente, más ESTRES COMUNICATIVO, es decir, más trafico y más posibilidades de bloqueo.
¿Por qué cuando cantamos o con un diapasón no tartamudeamos? Porque trabajamos con el ritmo, estamos poniendo semáforos en la rotonda que permiten controlar el tráfico y regularlo de manera ordenada.
En tu caso no tartamudeabas al decir tu nombre y has empezado ha hacerlo. Por el motivo que sea se ha atascado el tráfico un día en ese punto y has introducido un nuevo elemento a ese proceso, cada vez que te ves en la situación de decir tu nombre has añadido la inquietud de si esta vez volverás a tropezar, has añadido tráfico a una rotonda que estaba en su límite de saturación y tartamudeas, hasta que no consigas volver a reducir su tráfico seguirás haciéndolo. Quizás un día que estés muy contento el tráfico en esa situación se reduce lo suficiente para compensar el nuevo tráfico añadido pero al día siguiente volverá a lo mismo si no consigues eliminar eso nuevo que metiste.
¿Por qué hay gente que le funcionan terapias ortofónicas, a otros psicológicas y a otros ninguna? Para mí todo es lo mismo HAY QUE ELIMINAR EL TRÁFICO DE LA ROTONDA QUE NO ES IMPRESCINDIBLE O REGULARLO PARA QUE FLUYA.
Las terapias ortofónicas ponen semáforos y además si funcionan eliminan las experiencias negativas previas sustituyéndolas por positivas nuevas con lo que eliminan parte del tráfico.
Las terapias psicológicas eliminan tráfico directamente, por simplificar, si ganamos en autoestima y nos importa menos lo que piense el oyente rebajamos el tráfico y por tanto el estrés comunicativo de la situación. Si esa rebaja es suficiente ganamos fluidez.
Por último para mí la severidad del tartamudeo depende de lo pequeña que sea la rotonda o bien de la cantidad de cosas que metemos en ella según nuestra personalidad o experiencias negativas previas.
Por todo esto también pienso que la tartamudez es incurable porque no podemos modificar nuestra capacidad neuronal o como lo queramos llamar, es decir, el tamaño de nuestras rotondas. Lo que si podemos es conseguir la fluidez y seremos tartamudos que no tartamudean como mis queridos Paco o Emilio.
Un saludete:
Cantabruco
Muchísimas gracias por el texto Jorge
Ya lo he explicado aquí en alguna otra ocasión, la teoría de las rotondas, explica de una manera muy gráfica lo que nos ocurre al hablar.
¿Por que una misma palabra que le decimos a un amigo nunca nos sale con un Jefe?
¿Por qué, como decía Miguel, podemos ensayar a solas hasta hartarnos y a la hora de la verdad cuando tiene que salir no sale?
¿Por qué unos días las palabras fluyen mejor que otros?
¿Por qué los cambios emocionales afectan al tartamudeo?
Imagínate, , que para que exista la palabra tienen que reunirse a nivel neuronal procesos e informaciones de distintas zonas del cerebro, tales como:
* el habla propiamente dicha
* el ritmo
* los pensamientos que quieres manifestar
* las emociones que esos pensamientos te producen
* las que te causa el interlocutor
* tu estado de ánimo
* tu cansancio físico que influye en la respuesta fisiológica que necesitas para movilizar los músculos necesarios, etc.
Imagina que donde se junta toda esa información es como una rotonda de tráfico, a ella llegan todos esos estímulos y tienen que salir a modo de la palabra fluida.
Imagina que los tartamudos tenemos esas rotondas más pequeñas que los fluidos o con dos carriles menos. Es decir más fáciles de colapsarse.
Los fluidos siempre nos dicen "no te preocupes, yo cuando me pongo nervioso también tartamudeo" y es cierto, en situaciones de mucho estrés comunicativo como hablar ante un público, salir en la tele, ligando, etc. los fluidos balbucean, no expresan sus ideas en orden, se atrancan. ¿Por qué?
Yo lo achaco a que saturan de tráfico sus rotondas perfectas cosa que nunca ocurre en su vida cotidiana.
Sin embargo nosotros no, nosotros admití mimos menos tráfico y los atascos son más frecuentes y tanto más frecuentes cuantas más cosas superfluas metemos en la rotonda.
Así, hablando solos o con un animal, tenemos menos tráfico porque no metemos en la rotonda lo que pensamos que piensa el interlocutor o las emociones que nos produce. Cuantas más emociones o más incomodidad por la causa que fuere nos produzca el oyente, más ESTRES COMUNICATIVO, es decir, más trafico y más posibilidades de bloqueo.
¿Por qué cuando cantamos o con un diapasón no tartamudeamos? Porque trabajamos con el ritmo, estamos poniendo semáforos en la rotonda que permiten controlar el tráfico y regularlo de manera ordenada.
En tu caso no tartamudeabas al decir tu nombre y has empezado ha hacerlo. Por el motivo que sea se ha atascado el tráfico un día en ese punto y has introducido un nuevo elemento a ese proceso, cada vez que te ves en la situación de decir tu nombre has añadido la inquietud de si esta vez volverás a tropezar, has añadido tráfico a una rotonda que estaba en su límite de saturación y tartamudeas, hasta que no consigas volver a reducir su tráfico seguirás haciéndolo. Quizás un día que estés muy contento el tráfico en esa situación se reduce lo suficiente para compensar el nuevo tráfico añadido pero al día siguiente volverá a lo mismo si no consigues eliminar eso nuevo que metiste.
¿Por qué hay gente que le funcionan terapias ortofónicas, a otros psicológicas y a otros ninguna? Para mí todo es lo mismo HAY QUE ELIMINAR EL TRÁFICO DE LA ROTONDA QUE NO ES IMPRESCINDIBLE O REGULARLO PARA QUE FLUYA.
Las terapias ortofónicas ponen semáforos y además si funcionan eliminan las experiencias negativas previas sustituyéndolas por positivas nuevas con lo que eliminan parte del tráfico.
Las terapias psicológicas eliminan tráfico directamente, por simplificar, si ganamos en autoestima y nos importa menos lo que piense el oyente rebajamos el tráfico y por tanto el estrés comunicativo de la situación. Si esa rebaja es suficiente ganamos fluidez.
Por último para mí la severidad del tartamudeo depende de lo pequeña que sea la rotonda o bien de la cantidad de cosas que metemos en ella según nuestra personalidad o experiencias negativas previas.
Por todo esto también pienso que la tartamudez es incurable porque no podemos modificar nuestra capacidad neuronal o como lo queramos llamar, es decir, el tamaño de nuestras rotondas. Lo que si podemos es conseguir la fluidez y seremos tartamudos que no tartamudean como mis queridos Paco o Emilio.
Un saludete:
Cantabruco
Muchísimas gracias por el texto Jorge