Hola!!! Este mensaje (que transcribiré a continuación) se lo escribí a una compañera llamada Sonia ... como respuesta a su sorpresa de verme tan animado a pesar de mi condición de tartamudo.
Yo no soy especialista en tartamudez ... soy un modesto aprendiz de todo lo que me ocurre cuando hablo ... No propongo ningún método de cura ... sino que invito a transitar un largo camino: el camino de la aceptación de la tartamudez.
No hablamos mal ... simplemente somos tartamudos ... y ya bastante nos discriminan los de afuera ... por eso invito a que nosotros cuanto menos ... tratemos de aceptar y conocer lo que nos pasa ... La mía es una posición personal y política ... Soy consciente de que no es fácil aceptarse ... pero tampoco es imposible ... Y es falso que el que se acepta se aleja de la cura ... ya que si aún no se descubrió una cura general que nos incluya a todos nosotros ... ¿de qué cura nos alejaríamos buscando aceptarnos como tartamudos?
He pasado muchos años (sobre todo los de la adolescencia) haciéndome mucho problema por la tartamudez ... y dejando que la misma invada casi todos los aspectos de mi vida ... He llorado ... me he deprimido ... he insultado a mi padre en su propia cara diciéndole que yo era tartamudo por su culpa... He soportado bromas pesadas de compañeros, extraños, amigos ... Me he querido morir cuando alguna chica que me gustaba me miraba los labios de manera rara cuando no me salía una palabra ... He sentido que me invadía un inmenso terror en medio de clases en las que yo debía exponer alguna cosa ... He sufrido horrores el tener que presentarme ante mucha gente y tartamudear mi propio nombre ... No podía soportar escuchar la palabra tartamudo ... ni toleraba hablar con nadie de lo que me pasaba ... me daba horror ... bronca y vergüenza.
En un principio pensé que la tartamudez era algo psicológico ... luego comprobé que la tartamudez trae problemas psicológicos pero ella misma no es solo eso sino que tiene otros componentes biológicos y sociales.
Siempre fantaseé con la idea de que de un día para el otro no tartamudearía más ... Tuve sueños inolvidables en los cuáles yo hablaba sin esfuerzo y me sentía un Dios ... Se me había puesto en la cabeza que si yo no tartamudearía casi todas las cosas de mi vida serían mucho más fáciles y llevaderas. Con los años me di cuenta que ese razonamiento es falso ... y además incomprobable.
A los 25 años comencé una terapia psicológica ... con los años advertí que la tartamudez (al menos en mi caso personal) yo la utilizaba para victimizarme frente a muchos otros problemas (principalmente problemasfamiliares con mis padres y hermanos) ... y eso me fue llevando poco a poco a ubicar a la tartamudez en el lugar que le coresponde ... es decir ...como una característica más de mi persona ... que no es producto de mis problemas familiares ... y que tampoco me impide ser feliz y realizarse personalmente ... Fue muy aliviante saber que lo importante es lo que yo diga y sienta ... al margen de cómo pueda decirlo ante determinadas circunstancias ... Aunque cueste o dé vergüenza ... es preferible decir lo que uno siente aunque salga medio trabado ... qué no decir nada o tratar de decir otra cosa parecida sin tartamudear.
Desde siempre he sido una persona muy animada ... muy conversador ... muy curioso ... Utilicé esos recursos para conocer la tartamudez y poder empezar a decir en público "Yo soy tartamudo" ... Luego conocí un foro llamado Ttm-l ... leí miles de anécdotas sobre la tartamudez y me sorprendí de saber que había muchas otras personas que tenían padecimientos muy similares a los míos ... Descubrí la obra de un genio ... un hombre genial llamado Van Riper ... y conocí a estudiosos de la tartamudez que son compañeros a los cuáles leerlos es aprender una y otra vez.
Hace cosa de 4 o 5 años comenzó a importarme bastante poco ser tartamudo ...quiero decir que sería fantástico no tartamudear nunca más ... pero eso es bastante improbable ... entonces advertí que aceptándome y luego aceptando ante los demás que yo soy tartamudo ... los fantasmas pierden bastante efecto ... y las cosas se me hacen más descansadas ... ya que no utilizo demasiada fuerza en ocultarlo.
Desesperarse buscando la cura milagrosa puede llevar a una mejoría ... ¡pero CUIDADO! ... porque también te puede llevar a sentirte mucho peor si dicha mejoría no se produce ... dado que cómo aún no hay un método que permita que todos o la gran mayoría nos curemos ... los métodos que andan dando vueltas no necesariamente sirven para todos ... ni producen mejoras en todos los casos.
Es natural que una persona ofrezca con el corazón la receta que le hizo bien a ella misma y la quiera socializar para amenguar el dolor ajeno ... pero ya somos todos grandes y debemos tener la sapiencia y la responsabilidad de saber que al no haber "un método que sirva para todos" lo que es bueno para mí ... no necesariamente lo será para los otros.
De todas maneras creo que cada uno debe buscar y desandar su propio camino... La vida puede ir bien ... puede ir mal ... porque somos seres humanos y tenemos altibajos emotivos, económicos y sentimentales ... pero la tartamudez no tiene porque ser la culpable o la responsable de todo ello ... Al parecer la regla general parece estar en no esconderse y tratar de aceptar lo que nos pasa. Y para ello nada mejor que tratar de aprender qué es la tartamudez y cómo la viven quiénes también la padecen.
Si la tartamudez tiñe hasta el último de tus pensamientos y se transforma en un callejón sin salida ... del cuál uno solo añora salir desesperadamente... yo considero que hay que buscar ayuda inmediatamente ... Pero no para curarse de la tartamudez ... sino para conocerla ... investigarla ... y para ver por qué curioso mecanismo nosotros dejamos que la tartamudez empañe y complique toda nuestra existencia ... Uno mismo es mucho más que una persona que tartamudea ... La vida es grande ... inmensa ... hermosa ... y es un milagro el poder estar vivo y gozar de buena salud ... Es un milagro el amor ... que la gente se guste ... se sientan identificados unos con otros ... Y hay que cultivar el alma ... engrandecer el espíritu ... y templar los nervios ... para poder decir públicamente y sin ruborizarse ... Y sí ... yo soy tartamudo ... pero no por ello me voy a perder esta oportunidad única de vivir ... de conocer gente ... lugares ... de amar ... de dar a los otros ... y de que los otros comprendan mis sufrimientos y sepan lo que me pasa a mí ... y puedan darme el tiempo que yo necesito para decir esa palabrita que no me sale o para atender el teléfono.
Por supuesto que siempre habrá algún imbécil que se ría ... que se mofe ... que no quiera entender y se burle de vos ... Pero eso no te pasa por ser tartamudo ... créeme ... lo mismo ocurre con los gordos ... con los de baja estatura ... con los narigones ... con los bizcos ... con los sordos ... con los mancos ... con los que cojean al caminar ... Y también con gente que no tiene problemas físicos sino de otro tipo: son muy celosos ... son muy obsesivos ... son tercos ... son muy habladores ... son haraganes ... y muchas veces se transforman en el centro de las burlas ajenas ... Ocurre que cuando uno ubica la tartamudez por encima de todas las cosas ... cualquier broma o cualquier comentario destruyen el alma y el autoestima ... No se trata de alejarse de vínculos sociales ... sino de ubicar a la tartamudez en el lugar que le corresponde y no preocuparse demasiado por lo que digan los demás.
Esto es lo que ahora se me ocurre y puedo decirte con el corazón ... y en base a mi experiencia personal ... Soy a veces poco tartamudo ... a veces más ... depende del día ... la persona que tengo enfrente ... mi estado de ánimo ... y a veces quién sabe por qué ... Lo cierto es que cada vez lamento menos lo que me pasa ... quiero decir ... me preocupo menos y trato de ocuparme más ...
Compañera ... estoy a su disposición ... reciba un beso y un fuerte abrazo!!!!
Ruben Nigita (35 años. Sociólogo argentino y tartamudo)
Gracias Ruben por dar tu permiso para publicarlo,hermoso relato. Adelante , sin miedo.
Yo no soy especialista en tartamudez ... soy un modesto aprendiz de todo lo que me ocurre cuando hablo ... No propongo ningún método de cura ... sino que invito a transitar un largo camino: el camino de la aceptación de la tartamudez.
No hablamos mal ... simplemente somos tartamudos ... y ya bastante nos discriminan los de afuera ... por eso invito a que nosotros cuanto menos ... tratemos de aceptar y conocer lo que nos pasa ... La mía es una posición personal y política ... Soy consciente de que no es fácil aceptarse ... pero tampoco es imposible ... Y es falso que el que se acepta se aleja de la cura ... ya que si aún no se descubrió una cura general que nos incluya a todos nosotros ... ¿de qué cura nos alejaríamos buscando aceptarnos como tartamudos?
He pasado muchos años (sobre todo los de la adolescencia) haciéndome mucho problema por la tartamudez ... y dejando que la misma invada casi todos los aspectos de mi vida ... He llorado ... me he deprimido ... he insultado a mi padre en su propia cara diciéndole que yo era tartamudo por su culpa... He soportado bromas pesadas de compañeros, extraños, amigos ... Me he querido morir cuando alguna chica que me gustaba me miraba los labios de manera rara cuando no me salía una palabra ... He sentido que me invadía un inmenso terror en medio de clases en las que yo debía exponer alguna cosa ... He sufrido horrores el tener que presentarme ante mucha gente y tartamudear mi propio nombre ... No podía soportar escuchar la palabra tartamudo ... ni toleraba hablar con nadie de lo que me pasaba ... me daba horror ... bronca y vergüenza.
En un principio pensé que la tartamudez era algo psicológico ... luego comprobé que la tartamudez trae problemas psicológicos pero ella misma no es solo eso sino que tiene otros componentes biológicos y sociales.
Siempre fantaseé con la idea de que de un día para el otro no tartamudearía más ... Tuve sueños inolvidables en los cuáles yo hablaba sin esfuerzo y me sentía un Dios ... Se me había puesto en la cabeza que si yo no tartamudearía casi todas las cosas de mi vida serían mucho más fáciles y llevaderas. Con los años me di cuenta que ese razonamiento es falso ... y además incomprobable.
A los 25 años comencé una terapia psicológica ... con los años advertí que la tartamudez (al menos en mi caso personal) yo la utilizaba para victimizarme frente a muchos otros problemas (principalmente problemasfamiliares con mis padres y hermanos) ... y eso me fue llevando poco a poco a ubicar a la tartamudez en el lugar que le coresponde ... es decir ...como una característica más de mi persona ... que no es producto de mis problemas familiares ... y que tampoco me impide ser feliz y realizarse personalmente ... Fue muy aliviante saber que lo importante es lo que yo diga y sienta ... al margen de cómo pueda decirlo ante determinadas circunstancias ... Aunque cueste o dé vergüenza ... es preferible decir lo que uno siente aunque salga medio trabado ... qué no decir nada o tratar de decir otra cosa parecida sin tartamudear.
Desde siempre he sido una persona muy animada ... muy conversador ... muy curioso ... Utilicé esos recursos para conocer la tartamudez y poder empezar a decir en público "Yo soy tartamudo" ... Luego conocí un foro llamado Ttm-l ... leí miles de anécdotas sobre la tartamudez y me sorprendí de saber que había muchas otras personas que tenían padecimientos muy similares a los míos ... Descubrí la obra de un genio ... un hombre genial llamado Van Riper ... y conocí a estudiosos de la tartamudez que son compañeros a los cuáles leerlos es aprender una y otra vez.
Hace cosa de 4 o 5 años comenzó a importarme bastante poco ser tartamudo ...quiero decir que sería fantástico no tartamudear nunca más ... pero eso es bastante improbable ... entonces advertí que aceptándome y luego aceptando ante los demás que yo soy tartamudo ... los fantasmas pierden bastante efecto ... y las cosas se me hacen más descansadas ... ya que no utilizo demasiada fuerza en ocultarlo.
Desesperarse buscando la cura milagrosa puede llevar a una mejoría ... ¡pero CUIDADO! ... porque también te puede llevar a sentirte mucho peor si dicha mejoría no se produce ... dado que cómo aún no hay un método que permita que todos o la gran mayoría nos curemos ... los métodos que andan dando vueltas no necesariamente sirven para todos ... ni producen mejoras en todos los casos.
Es natural que una persona ofrezca con el corazón la receta que le hizo bien a ella misma y la quiera socializar para amenguar el dolor ajeno ... pero ya somos todos grandes y debemos tener la sapiencia y la responsabilidad de saber que al no haber "un método que sirva para todos" lo que es bueno para mí ... no necesariamente lo será para los otros.
De todas maneras creo que cada uno debe buscar y desandar su propio camino... La vida puede ir bien ... puede ir mal ... porque somos seres humanos y tenemos altibajos emotivos, económicos y sentimentales ... pero la tartamudez no tiene porque ser la culpable o la responsable de todo ello ... Al parecer la regla general parece estar en no esconderse y tratar de aceptar lo que nos pasa. Y para ello nada mejor que tratar de aprender qué es la tartamudez y cómo la viven quiénes también la padecen.
Si la tartamudez tiñe hasta el último de tus pensamientos y se transforma en un callejón sin salida ... del cuál uno solo añora salir desesperadamente... yo considero que hay que buscar ayuda inmediatamente ... Pero no para curarse de la tartamudez ... sino para conocerla ... investigarla ... y para ver por qué curioso mecanismo nosotros dejamos que la tartamudez empañe y complique toda nuestra existencia ... Uno mismo es mucho más que una persona que tartamudea ... La vida es grande ... inmensa ... hermosa ... y es un milagro el poder estar vivo y gozar de buena salud ... Es un milagro el amor ... que la gente se guste ... se sientan identificados unos con otros ... Y hay que cultivar el alma ... engrandecer el espíritu ... y templar los nervios ... para poder decir públicamente y sin ruborizarse ... Y sí ... yo soy tartamudo ... pero no por ello me voy a perder esta oportunidad única de vivir ... de conocer gente ... lugares ... de amar ... de dar a los otros ... y de que los otros comprendan mis sufrimientos y sepan lo que me pasa a mí ... y puedan darme el tiempo que yo necesito para decir esa palabrita que no me sale o para atender el teléfono.
Por supuesto que siempre habrá algún imbécil que se ría ... que se mofe ... que no quiera entender y se burle de vos ... Pero eso no te pasa por ser tartamudo ... créeme ... lo mismo ocurre con los gordos ... con los de baja estatura ... con los narigones ... con los bizcos ... con los sordos ... con los mancos ... con los que cojean al caminar ... Y también con gente que no tiene problemas físicos sino de otro tipo: son muy celosos ... son muy obsesivos ... son tercos ... son muy habladores ... son haraganes ... y muchas veces se transforman en el centro de las burlas ajenas ... Ocurre que cuando uno ubica la tartamudez por encima de todas las cosas ... cualquier broma o cualquier comentario destruyen el alma y el autoestima ... No se trata de alejarse de vínculos sociales ... sino de ubicar a la tartamudez en el lugar que le corresponde y no preocuparse demasiado por lo que digan los demás.
Esto es lo que ahora se me ocurre y puedo decirte con el corazón ... y en base a mi experiencia personal ... Soy a veces poco tartamudo ... a veces más ... depende del día ... la persona que tengo enfrente ... mi estado de ánimo ... y a veces quién sabe por qué ... Lo cierto es que cada vez lamento menos lo que me pasa ... quiero decir ... me preocupo menos y trato de ocuparme más ...
Compañera ... estoy a su disposición ... reciba un beso y un fuerte abrazo!!!!
Ruben Nigita (35 años. Sociólogo argentino y tartamudo)
Gracias Ruben por dar tu permiso para publicarlo,hermoso relato. Adelante , sin miedo.